Una tarta especial.

Para el cumpleaños de mi hija ella quería una tarta con fondant, yo nunca había preparado ese tipo de tartas, pero mi hermana sí sabe hacerlas. Le pedí ayuda y me convertí en su ayudante.

No me imaginé que podía resultar tan difícil y extresante, desde ya  envío toda mi admiración a las reposteras, ya que una tarta les lleva horas de trabajo y esfuerzo.

Les cuento que empecé con un entusiasmo de principiante y terminé preparando unos mates (infusión argentina), para que mi hermana siga con la tarea.

Al fin solo pude darle forma al pequeño cachorro, fruto de mis tardes de plastilina y a las pequeñas flores rojas con la que llegué a soñar. Hay un dicho que dice : "para muestra basta un botón", ¿me explico?.

Lo más positivo de la experiencia fue pasar buenos ratos juntas con Patricia, mi hermana y la carita que se le quedó a mi hija  y a sus amigas cuando vieron la tarta.

Era de chocolate y rellena de muchísimo dulce de leche.

 

Espero les haya gustado, pero mis días de repostera han terminado nada más comenzar.

Besos.

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